miércoles, 14 de enero de 2009

SIGLO XIX Y XX

En el año 1802 se produjo la fatídica rotura de la presa del pantano de Puentes, en el alto Guadalentín, que arrasó el valle del mismo nombre y llegó hasta la huerta de Murcia provocando cuantisos daños, incluída la desaparición total de la pedanía de Buznegra.

Con el estallido de la Guerra de la Independencia española en 1808, en la ciudad de Murcia se creó una Junta Suprema que pretendió extender su autoridad en todo el reino de Murcia ante la ausencia del poder real.

El ya anciano conde de Floridablanca; que se encontraba retirado en Murcia, formó parte de la misma y fue uno de los representantes murcianos en la Junta Suprema Central que se reunió en Aranjuez y de la que fue nombrado presidente.

En 1810 se produjo la primera entrada de tropas francesas en el reino de Murcia desde el comienzo de la contienda.

Dirigidas por Sebastiani, el día 24 de abril entraron en la ciudad, siendo saqueada brutalmente.

Las autoridades habían huido previamente a Alicante por lo que el representante de las mismas que permaneció en Murcia fue asesinado por la multitud enfurecida.

En enero de 1812 las tropas francesas del general Soult entraron también en la ciudad.

En la calle de San Nicolás se produjo un encontronazo entre los soldados de Soult y las milicias del general Martín de la Carrera, que murió en dicho combate.

En 1820 la causa liberal en la ciudad tuvo como protagonista al vizconde de Huertas.

En febrero de aquel año, tras el alzamiento de Riego, el vizconde orquestó con campesinos de la huerta y algunos militares el asalto a la prisión para liberar a los presos políticos.

Mientras que en Marzo, junto con comerciantes como los Starico, Estor y Braco, obligó al consistorio a jurar la constitución de 1812.

Con la creación de las actuales provincias en 1833, Murcia se convirtió en capital de la de igual nombre, mientras que el antiguo reino de Murcia se dividió en las provincias de Murcia y Albacete.

A través de la desamortización de Mendizábal, numerosos conventos y monasterios de la ciudad fueron exclaustrados.

Este hecho dió pie a diversas reformas urbanas, como la creación de la hoy llamada Plaza de Santa Isabel sobre el derruido convento de las Isabelas.

En el año 1840 se creó una universidad en la ciudad, precursora de la actual, que acabó por cerrar al ser considerada plataforma ideológica de los progesistas.

En 1863 comenzaron a discurrir trenes entre Murcia y Cartagena, y en 1865 la ciudad ya estaba conectada por ferrocarril con Albacete y Madrid.

La llegada de este medio de transporte supuso una ampliación urbana hacia el sur, desarrollándose más aún el mencionado Barrio del Carmen, en donde se ubicó y se ubica hoy la estación, inaugurada en visita oficial por Isabel II.

Durante la guerra civil, la ciudad permaneció fiel a la República hasta el 29 de marzo de 1939 (dos días antes del final de la contienda), cuando la IV División Navarra tomó Murcia.

Tras el fin de la dictadura franquista y con la nueva organización territorial por autonomías, la ciudad se convirtió en capital de la comunidad autónoma de la Región de Murcia.

Murcia ha vivido un gran auge económico y demográfico que lo ha situado como el séptimo municipio español por volumen de población.

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